El árbol del Adviento-(Provincia Argentina)

CONTEMPLANDO LA ESPERANZA EN LA VIDA QUE CRECE

Camino a la Navidad.

El tiempo de Adviento y Navidad es un camino espiritual de búsqueda y encuentro con la esperanza que nos trae el niño Jesús. Es un tiempo de espera y sueños por lo que vendrá. También es confianza en que Dios cumplirá sus promesas. Es la vida que nace y renueva nuestras vidas.

El Papa Francisco nos invita a un estilo de vida sinodal y convoca a un sínodo en 2023 y 2024 bajo el lema: “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”. Este tiempo sinodal será un proceso en donde se germinen sueños y anhelos animándonos a caminar juntos, en comunidad, aprendiendo unos de otros y fortaleciéndonos mutuamente.

La imagen del Árbol, es germen, esperanza, sueños, espera, confianza y vida que crece. Que este árbol del adviento renueve nuestra vida y nos lleve al niño Dios.

PREPARACIÓN

Antes de iniciar tu espacio de oración es bueno dedicar un tiempo para preparar el tema que voy a considerar, en este caso el texto de Benjamín González Buelta sj, de tal forma que en el momento de la oración todo esté dispuesto.

Me pongo en la PRESENCIA DE DIOS

Me tranquilizo. Hago silencio exterior e interior. Me tomo el tiempo necesario para relajarme, sin apuros. Me presento ante Él. Siento que Dios me mira, me escucha, me conoce…

Le ofrezco este momento de oración, para que sea un momento de encuentro con Dios. Ofrezco con mis palabras este momento de oración, y me ofrezco a mí mismo con todo lo que soy.

ESCUCHO A DIOS

Leo despacio y detenidamente el texto con el que voy a rezar.

Esperaré
 
Esperaré a que crezca el árbol y me dé sombra.
Pero abonaré la espera con mis hojas secas.
Esperaré a que brote el manantial y me dé agua.
Pero despejaré mi cauce de memorias enlodadas.
 
Esperaré a que apunte la aurora y me ilumine.
Pero sacudiré mi noche de postraciones y sudarios.
Esperaré a que llegue lo que no sé y me sorprenda
Pero vaciaré mi casa de todo lo enquistado.
 
Y al abonar el árbol, despejar el cauce,
sacudir la noche y vaciar la casa,
la tierra y el lamento se abrirán a la esperanza.
 
Benjamín González Buelta, sj
Preguntas para la reflexión…

Contemplando mi árbol de la vida:
¿Cómo está mi tronco? ¿Cómo están mis hojas?
¿Soy paciente frente a las promesas? ¿Sé esperar?
¿De qué tengo que vaciarme para abonar bien mis raíces?
¿Qué frutos espero dar en este tiempo?

Ecos de Santa Claudina…

Yo pongo mi esperanza sólo en Dios por intercesión de María Inmaculada. (Positio Pág. 733)

Su esperanza era tan firme y fuerte, que en su humildad, emprendía todas las obras con ciega esperanza en la ayuda divina, sin dudar un instante. (Positio Pág. 734)

Al igual que Claudina estamos invitados a esperar con confianza en la obra misericordiosa de Dios en nuestras vidas.

HABLO CON DIOS

Termino la oración hablando con Dios, de corazón a corazón. Es un momento para estar con Dios, no para sacar conclusiones. Hablo con Él de amigo a amigo y escucho lo que tiene para decirme: “No son ustedes los que me eligieron a mí, sino yo el que los elegí a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero.” Jn.15, 16

Finalizo este momento escuchando la canción “Alegría sincera” https://youtu.be/T4U8or78pek